Desde el punto de vista de un estado excepcional como es el provocado por esta pandemia a mi parecer y recopilando los diferentes comunicados por diferentes organismos, etc. Sí.

Hace poco, la AEPD ha emitido un comunicado al respecto, que lo único que aporta es confusión, ya que habla a la vez de prohibir esta practica y de que sean los responsables de sanidad quienes establezcan pautas.

Pues bien, esas pautas ya existen. Legitimación, finalidad, duración del tratamiento, etc.

Está claro que el derecho a la intimidad es un derecho fundamental, pero el derecho a la vida lo sobrepasa. Derecho a la vida de cada persona, derecho a que nadie pueda ser infectado por falta de controles sanitarios. Tal vez la toma de temperaturas no se la forma mas eficaz para el control de la pandemia, pero es una de ellas. En tiempo real permite saber si alguien ya está contagiado y tiene síntomas fáciles de comprobar como es la fiebre. Está claro, que alguien sin fiebre puede estar contagiado siendo asintomático, pero si esta medida pudiese salvar la vida de una sola persona, tal vez la de usted, ¿no merecería la pena?

Obviamente, el uso de estos datos debe estar muy limitado al cometido por el que se recogen y debemos entender que las empresas cumplirán con este extremo.

En una sociedad en la que la exposición en las redes sociales, subiendo datos muy comprometidos, exponiendo cada minuto de nuestra vida, que nos estemos rasgando las vestiduras porque las empresas van a tomar la temperatura en aras de evitar contagios en sus instalaciones, resulta cuando menos grotesco.

Me parece una irresponsabilidad, utilizar la siempre tan manida excusa de la ley de protección de datos en este momento para evitar controles por motivos de salud, que es lo que son.

Hablar de que debe ser personal sanitario el que tome las temperaturas es de traca. ¿Cada bar, peluquería, etc. debe contratar a un sanitario para que realice las tomas de temperatura? ¿En serio? Alguien vive en los mundos de yupi me parece.

Ya llevamos muchas semanas sufriendo este estado catastrófico y desde mi humilde punto de vista me parece lamentable que la AEPD se haya limitado a emitir un comunicado ambiguo, o se prohíbe o marca instrucciones precisas para estos tratamientos. Blanco o negro, sin matices, hay vidas en juego y el porvenir de empresas y empleados.

Entiendo que la AEPD está al tanto del día a día de la pandemia y de los comunicados del gobierno y de la posible desescalada, seguro que está al tanto de las diferentes propuestas de control de la pandemia como geolocalización, tomas de temperatura, etc. Por tanto, entiendo que debería estar trabajando con antelación a los acontecimientos, no emitiendo informes a posteriori. Necesitamos instrucciones claras, precisas, concretas, sin ambigüedades. Un poquito de comunicación entre las diferentes administraciones estaría bien.

Los empresarios que son los que en definitiva sostienen al país (si, los ciudadanos también, pero si los ciudadanos no trabajan para un empresario que les pague la nómina, no producen, son un coste) en tiempo récord y casi a ciegas, están obligados a realizar inversiones en sus negocios para evitar mas contagios, tienen que cumplir estrictas normas sanitarias, de prevención de riesgos, etc., todo ello con el sobrecoste económico de poner en marcha estas medidas. Es totalmente bochornoso que las administraciones no se pongan de acuerdo en unas instrucciones básicas que aporten luz y criterio.

Al igual que si un ciudadano no respeta el confinamiento es sancionado, si un empresario hace un uso ilegitimo de los datos que trata para el control de la pandemia, que sea sancionado de igual forma, pero no pongamos mas palos en las ruedas, arrojemos luz.

El mundo como lo conocíamos ya no existe y no volverá, ahora el derecho fundamental número uno es el derecho a la vida, hay que respetar y hacer cumplir el resto de derechos, pero el numero uno es el derecho a la vida.

Por tanto, es momento de trabajar duro todos, desde el respeto a la vida y a las personas, gestionando todas las administraciones desde este cambio de paradigma.

 

E. Abelló

Presidente